Casi 19 años después de su debut, tras 7 albumes editados y a mas de 10 años vista de su irregular y mas que disfrutable último disco,
“Car Buttom Cloth”, Evan Dando nos entrega una maravilla titulada
“The Lemonheads”, que ha decidido firmar con el nombre de su banda de siempre, pero que bien podría haber editado bajo su propio nombre, pues Lemonheads dejaron de ser hace tiempo un grupo para convertirse en “su” grupo.
En estos 10 años han pasado muchas cosas, entre las cuales ha estado esa actitud lamentable y reprochable de Evan Dando, en la que a base de bochornosos conciertos, declaraciones salidas de tono y devaneos con todo tipo de sustancias, ha tratado de machacar y vilipendiar un cancionero irrepetible y que demostraba una destreza al alcance de muy pocos a la hora de componer agridulces canciones POP de 3 minutos. Todo eso se produjo a finales de los 90 y principios de esta década, y fueron unos años nefastos para el bostoniano. Después de eso, el ostracismo, la desaparición y… ¿Quién se acordaba de aquellos chicos de Boston?
Pero “Ivan” volvió. Y lo hizo en la primavera de 2.003, estación ideal para escuchar un notable debut en solitario titulado
“Baby I´m Bored”, en el que el ex de The Lemonheads abría las ventanas lo suficiente para que se colaran los primeros rayos de sol después de tanta oscuridad.
Y ahora, en pleno otoño de 2.006, The Lemonheads han vuelto, con nuevo “line-up” y con el mejor disco que a día de hoy podrían entregar, y que casi podría situarse como continuación
lógica de
“It´s a shame about Ray”. Canciones repletas de estribillos y guitarras e impregnadas de esa frescura, dulzura y magnetismo que solo el de Boston sabe dar a composiciones clásicas y que han optado por el lado mas “fácil” y accesible de su repertorio. Mas rayos de sol y la ventana esta vez se abría de par en par.
Por lo demás, pocos restos de la introspección de algunos de los temas de
“Car, Bottom, Cloth” o de ese acercamiento a paisajes mas acústicos y/o countries que había en ese álbum, y sí un exceso de linealidad que debemos colocar en el debe de un disco que supone una grata sorpresa y un regreso mas que digno de una de nuestras bandas favoritas.